LA ENTREVISTA DEL MES: Álvaro Barreda, Service Manager CiSGA
- ¿En qué año comenzaste a trabajar en Ámbar?
Comencé a trabajar en Ámbar en el año 2010. Eran años de crisis económica, con una tasa de paro en aumento y pocas oportunidades laborales. Sin embargo, Ámbar estaba en pleno crecimiento y necesitaba poner en marcha un nuevo departamento de soporte 24×7: El CSGA.
- ¿Cómo recuerdas tus primeros días como operador en el centro de servicios? ¿Cómo llegaste a este puesto?
Guardo muy buenos recuerdos de mis primeros días en Ámbar. Formábamos un equipo de seis personas, todos jóvenes y recién incorporados, con el objetivo de crear un nuevo departamento de servicios 24×7.
En mi caso, me enteré por el COIE de la Universidad de Cantabria que estaba buscando perfiles de prácticas para Ámbar Telecomunicaciones. Tras varias entrevistas, me contrataron como operador para formar parte de aquel equipo inicial.
- Has pasado por varios roles dentro de la organización. ¿Cómo fue el proceso de pasar de operador a coordinador y, finalmente, a ser uno de los máximos responsables de CiSGA?
Creo que una de las claves ha sido la constancia y la capacidad de ver los retos como oportunidades para crecer profesionalmente. Además, mi desarrollo ha ido siempre de la mano del crecimiento de CiSGA. Hemos evolucionado de forma paralela.
- Has sido testigo del crecimiento de la empresa, desde que erais solo unos pocos trabajadores hasta ahora, que ya rondáis los 400. ¿Qué aprendizajes personales y profesionales te ha dejado ese recorrido dentro del Grupo Ámbar?
Ambos planos, el personal y el profesional, han ido muy ligados. He crecido en ambos ámbitos al mismo tiempo y considero que la perseverancia, la implicación y una cultura del esfuerzo son valores que funcionan tanto en lo laboral como en lo personal.
- ¿Cuándo empezaste a percibir que la parte de Servicios Gestionados podía convertirse en un área estratégica dentro del grupo?
La profesionalización de los servicios en nuestro sector es cada vez más común. Se ha producido un cambio en el modelo productivo en el que las empresas tienden a externalizar los servicios que no forman parte de su negocio principal, que les permite centrarse en su actividad.
En el ámbito de la informática y las comunicaciones, se necesita personal muy cualificado, y mantener departamentos propios resulta muy costoso. En cambio, un servicio gestionado ofrece conocimiento especializado y la flexibilidad de adaptarse a las necesidades del momento.
- ¿Cómo nació la idea de crear CiSGA como empresa propia dentro del Grupo Ámbar?
La idea surge precisamente de esa necesidad creciente en el mercado. Supimos identificar una oportunidad de negocio y transformarla en un proyecto de profesionalización de los servicios gestionados.
- ¿Qué hitos destacarías en la historia de CiSGA, desde sus primeros clientes hasta los proyectos actuales?
Hay muchos hitos importantes, pero destacaría los proyectos para el Gobierno de Cantabria, como ‘Mastin’ u ‘Osiris’, así como el proyecto de soporte a infraestructuras críticas de la Junta de Castilla y León, por su complejidad y el alto nivel técnico del equipo.
De los más recientes, el proyecto de soporte a usuarios de SACyL, que reúne todos los elementos técnicos, humanos y de gestión para ser uno de los trabajos más ambiciosos del grupo.
- ¿Qué dificultades destacarías de coordinar un equipo formado, en su mayoría, por profesionales que trabajan en sedes de clientes?
Trabajar con personas siempre implica retos, pero una de las principales dificultades cuando se trabaja en las instalaciones del cliente es mantener la identidad corporativa. Es fundamental no perder la perspectiva y recordar que representas a tu empresa, aunque desempeñes tu labor en casa del cliente.
- El Port de Barcelona es uno de los clientes más importantes de la empresa. ¿Qué es lo más difícil de trabajar en infraestructuras críticas?
El nivel de exigencia es muy alto. En infraestructuras críticas como las de un puerto, que nunca detiene su actividad, cualquier incidencia tiene un impacto directo en el negocio e incluso puede acarrear penalizaciones económicas.
El reto está en garantizar la continuidad del servicio y mejorar de forma constante. Dicho esto, también es un cliente muy gratificante. Cuando los proyectos avanzan y salen bien, la satisfacción es enorme.
- ¿Cómo se prepara o capacita al personal para trabajar con un cliente como la APB?
Los procesos de selección son exigentes y los perfiles muy cualificados. La ventaja de trabajar en un entorno como la Autoridad Portuaria de Barcelona es que resulta muy atractivo para profesionales que quieren desarrollarse. Es un entorno privilegiado donde se manejan tecnologías e infraestructuras punteras que difícilmente se ven en otros lugares. La motivación, sin duda, es la mejor preparación para trabajar en este tipo de proyectos.
- Uno de los proyectos más recientes es la gestión de la atención al usuario de SACyL. Ahora que el equipo ya lleva unos meses trabajando con este cliente, ¿qué retos os estáis encontrando?
El último reto que se nos ha presentado en este proyecto ha sido la incorporación de una nueva área de soporte de Sistemas de TI. Para asumir estas competencias ha sido necesario formar un equipo nuevo, altamente capacitado en entornos de virtualización, bases de datos, servidores de aplicaciones, etc.
En nuestro caso, ya contábamos con una amplia experiencia y conocimiento en este tipo de entornos que nos ha ayudado a afrontar con éxito este despliegue.
- Cuando comenzaste en el Grupo Ámbar, ¿llegaste a pensar que trabajarías con clientes como estos?
Francamente, sí. En el momento en que me incorporé a Ámbar ya había clientes muy importantes en el grupo, tanto del sector industrial como del sanitario, energético o del transporte. Precisamente, uno de los grandes atractivos de trabajar en Ámbar siempre ha sido la oportunidad de participar en proyectos con este tipo de clientes de primer nivel.
- Para terminar, una pregunta clásica: ¿qué le dirías al Álvaro que comenzó a trabajar en el Grupo Ámbar hace 15 años?
Le diría, en primer lugar, que fue una buena decisión. Le aconsejaría que confiara más en sí mismo, porque va a conocer a grandes profesionales de los que aprenderá muchísimo, e incluso a algunas personas que se convertirán en buenos amigos. Con el paso del tiempo y la perspectiva, verá que las cosas han merecido la pena.



